lunes, 30 de agosto de 2010

Antichrist

Me levanto ahora con el sabor en los labios de la magnífica película que vi ayer: "Antichrist" de Lars von Trier. Y me levanto maravillada, igual que me acosté ayer maravillada del "peazo"de joya que observaron mis ojos.

Chapter one: los actores.
Dos fieras: la misteriosa Charlotte Gainsbourg y el intrigante Willem Dafoe. Que en esta película me sorprende (a mí, ignorante del cine, y que por supuesto no he visto todas sus películas) con el rol del bueno, en vez del del malo; y, así pues, con la cara relajada y una mirada muy, pero que muy interesante y atractiva.
Los dos se salen. Protagonistas y únicos actores, viviendo una historia psicológica que los transforman paso a paso. En un escenario íntimo donde deberían verse todos los fallos, y donde tan solo se ve la impecable interpretación.

Chapter two: la historia.
Una mujer perturbada. Estudiante del genocidio femenino que se convierte en la protagonista de éste en el sexo contrario.
La peli tiene una evolución impecable y que llega a sorprender al espectador, que nunca se esperaría al principio lo que sucede después; pero al mismo tiempo el desarrollo de la historia una vez efectuad y tras la reflexión, te da a pensar que en realidad ya se veía venir desde el principio. Como cuando pasa algo y hasta que no ha pasado no te das cuenta de lo obvio que era que iba a pasar. Pues lo mismo. La evolución de la dramaturgia es perfecta en ese sentido y como resultado el espectador se mete en la historia de un modo muy real.
A mi personalmente, me cautivo de manera especial el hecho de que ella fuera la genocida. Generalmente siempre había imaginado más la brutalidad masculina en ese tipo de actos; y de algún modo la brutalidad femenina expuesta aquí se me hizo sorprendentemente comprensible. Su fuerza, desesperación, la rabia sexual expuesta como un hongo que pica cada vez con más fuerza y al que no vas a dejar de rascar hasta que no logré sangrar. Así es.
Por eso me parece que la historia está tan bien contada, porque a mi como mujer por lo menos me hizo sentir totalmente lo que ella estaba sintiendo, sin dejar de sorprenderme continuamente con sus actos.

Chapter three: el sexo y la violencia.
La exposición de éstos dos es brutal. Pero para nada es gratuita. Lars von Trier trata la historia de un modo tan intenso que una vez más nos lleva de manera natural a tener que mostrar los elementos más intensos de manera más impactante. Pero es necesario así. Es totalmente necesario así. Esta película tal y como está tratada no podría merecer menos y es brillante cómo Lars von Trier da en el clavo en la intensidad en que muestra estos elementos.

Chapter four: la imagen.
Alias fotografía. Alias imaginario de este director genuino: Increíble.
Increíble y es para agradecer que de vez en cuando el cine se trate con una visión artística de verdad. Y este hombre desde luego lo hace.
Imágenes bellísimas que se te clavan en la mente para encandilarte, igual que las horrendas que en vez de apartarte la mirada, como pasaría en muchas otras películas, te la roban para convertirte en testimonio absoluto de la historia.

Una joya. Una obra de arte.
Brutal.
Muy pero que muy recomendada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

dancer in the dark.....del mismo autor....